jueves, 27 de noviembre de 2008

"Por pena a hablar"*

En la actualidad, uno de los problemas presente en nuestra sociedad es el embarazo en la población juvenil. Por lo cual, la familia debería centrar su atención en sus adolescentes, lo que ocasionaría una reducción notable en los índices de nacimientos no deseados. Por lo tanto, es necesario cuestionar las consecuencias que trae una mala decisión al momento de enfrentar la sexualidad, todo por unos cuantos minutos de pasión, sin compromiso y responsabilidad.

Al analizar las estadísticas mundiales publicadas en medios de comunicación como la televisión, la prensa y el Internet, evidentemente es notable que cada día los índices de embarazo en adolescentes aumenta, y que la familia, además de no comunicarse y orientar a sus hijos, rechaza y no es capaz de enfrentar con tolerancia la situación. Lo anterior, se puede observar al inicio, pero después, terminan aceptando el nuevo estado, pues a decir verdad ya no hay reversa.

Cabe resaltar, el trabajo de muchas fundaciones, organizaciones e instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), quien se ha puesto en la dura tarea de buscar soluciones, velando por el bienestar de niños y adolescentes, protegiéndolos y exigiendo sus derechos, guiándolos y educándolos por medio de programas, actividades y charlas con personal profesional y capacitado, principalmente en psicología y trabajo social, para ayudar a quienes a tan temprana edad se han convertido y han tenido que asumir el rol de padres de familia, y sobretodo para reducir las tasas de natalidad en jóvenes, niños que vienen al mundo a sufrir y pasar necesidades sino se preparan adecuadamente.

Por otra parte, es de importancia señalar, que así como también los adolescentes implicados en el embarazo a temprana edad tienen consecuencias, en su mayoría negativas, sus familiares también, puesto que cambia el ambiente entre sus relaciones. Esto último, debido a que los laxos que antes tenían y el afecto entregado, ya no va a ser igual, y puede que la familia acepte el nuevo ser y se convierta en un apoyo suficiente o a lo mejor, opte por la discriminación y el rechazo1. De lo anterior dependerá, el proyecto de vida del joven, es decir, el camino a seguir, por lo que volvemos a recalcar lo importante que es el diálogo en el núcleo familiar y más aún la orientación y el papel que juega la sinceridad, la sana convivencia, el respeto y la práctica de los demás valores dentro de ésta.

En síntesis, podemos decir, que aunque muchas familias no tienen en cuenta el diálogo como base fundamental para intercambiar información y comunicar sus sentimientos, emociones, pesadumbres y ante todo conocer profundamente a los suyos, éste, es una herramienta muy importante: antes, para prevenir que nuestros jóvenes caigan en este problema y después, para solucionarlo correctamente, llegando a acuerdos y conclusiones que beneficien a todos los miembros de la familia, en especial a los responsables del acto, tal como lo afirma Ana Rico de Alonso en su libro “Madres Solteras Adolescentes”, en el que opina que el rechazo familiar puede generar dudas y confusión en los padres jóvenes al no saber qué hacer, si tener el bebé o tal vez, recurrir al aborto, medio altamente peligroso e ilegal, teniendo en cuenta el origen del embarazo.
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* Ensayo elaborado por Jessica Paola Polo Jiménez y Lindys Carolina Gutiérrez Padilla.
Institución Educativa Dolores María Ucrós. 2008

BIBLIOGRAFÍA
1 Tomado de: Agudelo, Nicolás (2004). Qué trae el embarazo adolescente. Barranquilla: Revista Salud y Vida.

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