jueves, 27 de noviembre de 2008

"El tirano y el forastero"

Hace más o menos un siglo existió un pueblo muy lejano e ignorado por el mundo, que ni siquiera aparecía en el mapa. Su nombre jamás se supo, lo que si era cierto es que como cualquier otra población tenía su organización política. Quien ejercía la máxima autoridad era talvez el más tirano y desvergonzado hombre que ha podido dar la tierra, se llamaba Nilo. Con su astucia, trampa e intolerancia hacía obedecer sus ridículas normas y sacaba del medio a cada ciudadano que trataba de llevarle la contraria, por eso no había nacido la persona que tratara de enfrentarlo.
Un día, llegó al pueblo por equivocación, un forastero, cuyo semblante parecía el de un estrellado. La gente que estaba a su alrededor, con gran dificultad sostenía sus ganas de reír, al ver de ese sujeto, lo divertida que era su vestimenta. Se acercó al establecimiento más cercano y pidió recomendaciones de posadas donde podía establecerse mientras llegaban a buscarlo.
Al término del día, se fue a recorrer la comunidad desconocida en busca de un teléfono para llamar a sus familiares y advertirles de su paradero. Mientras recorría las calles llenas de polvo y barro a causa del fuerte invierno, notó que al otro lado de la esquina se encontraba un hombre pegándole latigazos a una familia y despojándola de su humilde vivienda. Tan semejante escena produjo en él un sentimiento que nunca en su vida había experimentado: la ira. Caminó lo más rápido que pudo. Pretendía ayudar y defender los derechos de esas personas que merecían respeto y dignidad porque también eran seres humanos. Cuando hubo llegado se dirigió especialmente hacia aquella repugnante persona, quien arbitrariamente le dio un fuerte golpe en el vientre que lo dejó completamente sin aire y fuera de lugar por unos segundos. Poco tiempo después logró restablecerse e inmediatamente se levantó y le gritó al sujeto. Éste lo miró atónito y con rabia. Las personas que en ese momento se encontraban observando la indignante situación comenzaron a gritar que debía pedir disculpas. El extranjero no comprendía lo que le decían, hasta que en una de esas alguien le dijo al oído: es el alcalde. Admirado por las ocurrencias de la gente decidió no prestar atención y siguió discutiendo sobre lo grave que podría resultar para él si se enteraran de la violación de derechos que establecía a diario. Nilo, gritó fuertemente hasta el punto de que se creyó que no quedaba nadie fuera de sus casas. Dirigió nuevamente su mirada hacia el individuo que trató de mandarlo y con voz fría y calculadora lo citó a un duelo, que se realizaría al amanecer.
Algunas horas antes del enfrentamiento, en el pueblo de lo único que se escuchaba hablar era del enfrentamiento que se daría lugar antes de que amaneciera.
Mientras llegaba la hora, el recién llegado trataba de buscar una solución al problema en el que se había metido. Llegó a pensar en un posible acuerdo, pero pensó que lo mejor seguía siendo luchar por los derechos de los habitantes del pueblo.
Llegado el momento, se encontraron frente a frente el tirano y el chistoso, como lo llamaban quienes creían en la derrota del desconocido. Nilo sacó un cuchillo pequeño, con el que pensaba defenderse de su contrincante, a quien miraron mal por no haber llevado armas para defenderse.
Al mismo tiempo, los dos corrieron y se chocaron. Estuvieron forzándose varios minutos hasta que el tirano se desplomó lentamente y cayó lleno de sangre a la arena. Con dificultad y herido levantó la mano triunfante el forastero dando señal de su victoria. El pueblo lo aplaudió incansablemente, fue entonces cuando éste con gran dolor por las lesiones que tenía, expresó su felicidad, pues al fin podrían vivir felices sin nadie que los irrespetará, les deseó suerte y de la misma manera que el alcalde cayó al piso y murió. Ese día enterraron con estruendos a su héroe y arrojaron al mar el cuerpo sin vida del odioso hombre que por largo tiempo lo había hecho sufrir, del cual nunca más se escuchó hablar.


2 comentarios:

José Correa Jaramillo dijo...

Hola Jessica, te felicito por el blog que has creado, es una muy buena herramienta, por medio de la cual puedes seguir desarrollando la creatividad escritora, soy el profesor José Miguel Correa J. Auxiliar de lenguaje de 904, 905, 906. Cuando necesites de una ayuda extra, puedes contactarme, fuel_fire@hotmail.com,
y si quieres publicar algo en el WEBBLOG lenguajecodomau.blogspot.com, me avisas, hay profesores nacionales e internacionales pendientes de ella, y depronto algo de lo que escribas pueda resultar.

JESSICA dijo...

gracias, mucha gracias José por tu comentario, es muy importante para mí. Feliz navidad y feliz año nuevo lleno de felicidad.