jueves, 27 de noviembre de 2008

"VIVIR PARA CONTARLA"

CAPÍTULO DOS
AUTOR: GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
GÉNERO: BIOGRAFÍAS
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2002

INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia de la literatura universal y en el inmenso y maravilloso mundo de las letras, hemos visto el surgimiento de un gran escritor como lo es GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, quien sin duda ha marcado la historia de la épica y con sus escritos a deslumbrado y fascinado al mundo entero, llegando a convertirse éste colombiano en el mejor escritor del mundo (vivo), tal como lo afirmó alguna vez Frank Kafka y como sus lectores o Gabitolos lo han designado.
Obras como “la hojarasca”, “el coronel no tiene quien le escriba”, el amor en los tiempos del cólera”, “crónica de una muerte anunciada” y “cien años de soledad”, con la cual ganó el premio NOBEL de literatura en 1982, entre otras, que muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de leer, son apenas narraciones escritas en ficción, inversas a la realidad, esa que cuenta cómo surgió el imaginario lugar de Macondo, cómo llegó a ser un escritor, ese que nos toca cada vez que leemos sus escritos, están plasmadas en un libro que podemos denominar la autobiografía de Gabo, que hoy tenemos el gusto de exponerles a todos ustedes, presentando el capítulo dos de la obra: “vivir para contarla”, publicada en octubre del año 2002.
A lo largo del capítulo dos de la obra “VIVIR PARA CONTARLA”, podremos relacionar situaciones, nombres de familiares, entre otros aspectos, antes nombrados en otras novelas escritas por GABO. Iniciando con un relato de momentos y situaciones que marcaron su infancia, prosigue con recuerdos que quedaron grabados en su mente, algunos como la pérdida de la inocencia que el narra brevemente acerca de cómo fue siempre su relación con las mujeres; continúa con su vida cuando escribía una columna en el periódico EL HERALDO, y termina contando tropiezos que tuvo en su vida que le impedían ser escritor, pero que sin embargo reforzaron más su vocación, llegando incluso a vivir del escribir y siempre a la mano su máquina de escribir.
RESUMEN DEL CAPÍTULO DOS DE LA OBRA
Este segundo capítulo de la obra “vivir para contarla”, inicia y continúa con la historia de su niñez, sus primeros contactos con el mundo, y por otro lado, narra detalladamente, su vida cuando ya estaba completamente seguro que quería ser escritor. Además, relata episodios y anécdotas como por ejemplo, la primera vez que jugó fútbol, cuando a sus 6 años se preparaba para la primera comunión; y travesuras como cuando se comía las hostias y se tomaba el vino con el sacristán, o cuando se dio cuenta que no era el Niño Dios quien le llevaba los juguetes, y tuvo el cuidado de no decirlo hasta que su padre se lo reveló a los 10 años, entre otras.
Dentro de esta parte del texto, hay algo que llama la atención, y es que es en estos momentos cuando debido a la excelente relación que tenía con su abuelo o como lo llamaba cariñosamente “Papalelo”, tiene su primer contacto con el que sería el libro fundamental en su destino como escritor: “el diccionario”, sumado a que él ya escribía sus propios cuentos pero dibujados, porque no sabía leer.
Otro hecho que deberíamos resaltar de Gabo, fue cuando por primera vez le estaban enseñando a leer, lo cual le costó mucho, ya que no le parecía lógico que la letra m se llamara eme, y sin embargo con la vocal siguiente no se dijera emea sino ma.
Por otra parte, el capítulo nos cuenta de la vida de García Márquez en Barranquilla, durmiendo en donde le alcanzaba la noche, sus amistades, entre las que estaban Germán Vargas Cantillo, Alfonso Fuenmayor y Álvaro Cepeda Zamudio, Ramón Vinyes; la unión con Julio Mario Santo domingo, la conformación del grupo Barranquilla y las noches de aquellos viernes en que se reunían a hablar de literatura, agregando a esto, el lanzamiento de una revista llamada “crónica”, que terminó en fracaso.
El capítulo termina, destacando lo importante que fue para él regresar a Cataca con su madre, la conversación con Ramón Vinyes, donde le contó la narración que estaba escribiendo acerca de su propia vida, el vínculo con sus amigos, lo cual le había infundido un aliento nuevo que le duró para siempre. Desde entonces, tal como lo afirma, no ganó un centavo que no fuera con la máquina de escribir, superando distintos obstáculos a lo largo de su vida.

SEMEJANZAS PRESENTES EN EL CAPÍTULO DOS DE LA OBRA Y NARRADAS EN LOS DEMÁS TEXTOS DE GARCÍA MÁRQUEZ.
A medida que hicimos la lectura del capítulo dos de la obra, encontramos semejanzas y relaciones presentes en otras novelas de García Márquez, como “Cien años de soledad”, “crónica de una muerte anunciada”, “el coronel no tiene quien le escriba”, “el amor en los tiempos del cólera”, etc. , y la autobiografía del Nobel. Dentro de los cuales cabe resaltar:
La matanza de las bananeras, narrada en Cien años de soledad con precisión, la cual refiere en su autobiografía como un hecho persistente, y tal como lo había imaginado durante años, llena de horror y frialdad.
En cien años de soledad, la casa de los Buendía se había convertido en una casa que albergaba a todos los recién llegados a Macondo, que venían de otros lugares del mundo, y precisamente a la compañía bananera, tal cual sucedió en la casa de Gabo durante los tiempos en que funcionaba la United Fruit Company, sin tener en cuenta que quienes llegaban eran desconocidos siempre había un lugar para ellos a la hora del almuerzo.
El coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, participó en la Guerra de los Mil Días (1899-1903) y en otros combates más, tuvo muchos hijos antes y durante el embarazo, de madres distintas, los cuales se presentaron un día de Semana Santa todos con la marca de la cruz de ceniza que le habían puesto el Miércoles Santo, por lo que Tranquilina Iguarán tuvo que anotar los nombres de cada uno en una libretita y los llegó a querer como si fueran sus propios hijos, situación similar a la narrada en Cien años de Soledad, con el Coronel Aureliano Buendía, así como también la elaboración de pescaditos de oro.
Cuando José Arcadio Buendía fundó Macondo junto con Úrsula Iguarán, fue porque en un asunto de honor mató a Prudencio Aguilar, por lo cual atormentado por el fantasma de éste que le salía todas las noches, decidió partir de su antiguo hogar en Riohacha, encontrando este lugar en su camino. Igualmente, el Coronel Nicolás Márquez tuvo que desplazarse hasta Cataca con toda su familia, ya que también había matado a un hombre, quien se llamaba Medardo Pacheco por un insulto que éste le hizo, lo que perduró por siempre en su memoria.
Situaciones como la de Francisca Simodonea, quien murió sin conocer hombre alguno, similar a Amaranta en cien años de soledad, el nombre de Wenefrida Márquez, personajes de crónica de una muerte anunciada; el negocio de Tranquilina Iguarán de animales de caramelo, para sostener la casa, además de su nombre, es referida también en Cien años de soledad.
En el amor en los tiempos del cólera, podemos observar la muerte de Juvenal Urbino, la cual se efectuó por tratar de coger a un loro, es similar a la que casi le cuesta la vida al abuelo del Nobel, de la que se salvó de milagro una mañana.
Margot, la hermana de Gabo, cuando llegó a Cataca tenía la costumbre de comerse la cal de las paredes y la arena húmeda, además se sentaba en el mecedor a chuparse el dedo en el rincón menos pensado es otra situación, que es narrada en cian años de soledad cuando llegó Rebeca de la Guajira, a quien los Buendía adoptaron.
CONCLUSION
Por último, cabe agregar, que definitivamente esta obra además de ser excelente por la forma en que está escrita, es sin duda un mapa para leer las demás obras de nuestro Nobel colombiano y es en ésta donde podemos reconocer de dónde es sacado cada relato y personaje empleado en las distintas novelas de Gabriel García Márquez. Es importante, que en este segundo capítulo, es vital la decisión de Gabo para lo que sería su vida, decidiendo así ser un escritor, enfrentándose a distintos obstáculos.

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